La vida de Giorgio Armani da un giro inesperado, estudia Medicina y tras cumplir el servicio militar es cuando empieza a trabajar de una manera u otra relacionada con la moda, trabaja como escaparatista durante unos años. Más tarde creará la firma italiana junto a su socio Galeotti, quien desgraciadamente muere once años más tarde, y de aquí a una espiral que le llevará a ser uno de los hombres más ricos del mundo.
Giorgio Armani es garantía a la hora de vestir, sus adjetivos sin duda son clásico, elegante y minimalista. De ahí que sean muchas las estrellas del cine que se decanten por el diseñador italiano a la hora de un gran evento, estrellas femeninas y masculinas, siendo el esmoquin de Giorgio Armani uno de los más habituales en la alfombra roja. En la siguiente fotografía podemos ver a George Clooney vestido de Armani, para el modisto uno de los hombres más elegantes.
Siendo un gran empresario, como no cabía duda, se ha lanzado a otros ámbitos como la perfumería o la cosmética, logrando también en ellos un reconocido éxito. Consciente de que tiene precios inalcanzables para muchos, creó Emporio Armani, almacenes donde se venden desde gafas hasta perfumes o chocolatinas, todos con el sello Armani y con precios menos elevados.
Es un hombre convencido de que hay que reinventarse y que no todo está conseguido, aunque no por ello de sienta insatisfecho con su vida, el propio modisto explica “estoy convencido de haber llegado a un punto en el que debo recomenzar todo desde el principio. Tengo que ser capaz de ponerme a mí mismo en tela de juicio. Empezar siempre es positivo, más que llegar”.
Así pues, Armani es un sello de identidad en muchos ámbitos desde la ropa a los bolsos de piel, los zapatos o los perfumes, pero también es un ejemplo de generosidad siendo uno de los embajadores de buena voluntad de ACNUR.