Visitamos el Museo de la piel de Ubrique situado en un antiguo
Convento de Capuchinos en Ubrique (Cádiz). Los responsables del
proyecto, no solo nos abrieron las puertas de par en par para una visita
personalizada, sino que nos maravillaron con historias y anécdotas
acerca del mundo de la marroquinería y la moda en artículos de piel.
Encandilándonos más y más a cada paso por las instalaciones del Museo.
La idea de este museo nace de la mano de Maribel Lobato, alma y motor de
este proyecto que tras su paso por un curso de reciclado de materiales
en la marroquinería comprobó que parte de esos residuos que la industria
desechaba eran parte de la historia y legado del pueblo de Ubrique.
Maribel lleva recopilando material durante doce años por sus propios
medios y a través de donaciones de empresas del sector marroquinero. El
nacimiento del museo fue provocado por la exposición Manos y Magia en la
Piel que tras varias ediciones con gran éxito, evoluciono a la actual
forma del Museo de la Piel. Es aquí cuando se une al proyecto Paco
Solano trabajador curtido del sector que complementa a la perfección el
trabajo de Maribel.
El Museo dispone de una línea cronológica donde se nos relata desde los
primeros curtidos, como la fabricación de los ancestros de los actuales
artículos de piel llamados precisos, hasta los artículos de moda de las
firmas de Ubrique de hoy en día. Pudiendo ver en este viaje por en el
tiempo: maquinaría antigua, pasaportes de numerosos países, los cuales
se fabricaban en esta localidad y un sin fin de cosas interesantes que
no os contaremos para que sin dudarlo, lo viváis en directo ya que para
nosotros fue una experiencia inolvidable.
Un acto sin duda inteligente por parte de el ayuntamiento de Ubrique es
colaborar desde hace poco, uniéndose al proyecto y cediendo las
instalaciones y fondos, ya que según nuestra opinión y por la impresión
que obtenemos, el museo es capaz de atraer por si solo mucho mas turismo
a la localidad que toda el área de turismo municipal.
Conocemos que existen proyectos anteriores a este, de mano de otras
organizaciones. Pero estos sin duda son solo eso, simples proyectos
evaluados por alguna auditoria con suma eficiencia, pero todo de modo
virtual, etéreo y con desconocimiento del medio. En contrapartida el
actual museo de la piel desborda magia y tradición marroquinera por cada
poro de los muros del convento. Una visita a un museo no virtual con
dos anfitriones de autentico lujo.
Gracias Maribel y Paco por vuestro tiempo y os deseamos lo mejor y
animamos a todas las empresas del sector a que colaboren con donaciones y
rogamos a proyectos paralelos que se anexionen al vuestro, dejando por
supuesto el merecido cargo de gerente a la carismática y madre de la
criatura Maribel Lobato.
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